miércoles, 10 de enero de 2007

One Froggy Evening

Tengo debilidad con esos escritores que son como la famosa rana Michigan J.

No sé si alguno de ustedes recuerda ese "cartoon" de los 50 donde un obrero encuentra, entre las ruinas de un edificio recién demolido, una caja que contenía una rana triste pero que, al sacar una chistera reluciente y un bastón, se convertía en un especie de Fred Astaire cantando y bailando. Al obrero rápidamente se le encendió la luz de la codicia y llevó al milagroso batracio ante un agente de espectáculos, pero la rana volvió a sumergirse en su profunda melancolía sin dar muestras de su genio artístico. El agente no tenía ni tiempo ni paciencia y echó al obrero de la oficina. Entonces, una vez lejos del agente, la rana sacaba otra vez su chistera y su bastón y cantaba y bailaba incluso mejor que Fred Astaire. EL obrero regresó a la oficina del agente, pero la rana retomó su aspecto de infinita tristeza...

Hay escritores que son como esta ranita: escriben una gran novela o un gran libro de relatos o de poesía, pero cuando las grandes editoriales se acercan codiciosamente a ellos y ofrecen jugosos contratos,pierden toda su savia, su talento y se vuelven como Barbetly,según el concepto de Vila-Matas. O simplemente se suicidan o desaparecen aterrados por la fama y todo lo que significa. La lista no es muy larga pero ahí están:Rimbaud,Kafka, Salinger, Arreola, Rulfo,John Kennedy Toole,etc

One froggy evening



2 comentarios:

andenken dijo...

Sí, hace años que lo vi, era encantador, las canciones y la magia, la ambición, la desmesura, la avaricia, y todo en una caricatura que hizo muchas de mis delicias, Mil gracias por rescatarla de la incuria del olvido. Me llenó de inmensa nostalgia y ternura

andenken dijo...

Lo que tú dices es absolutamente cierto; conozco las historias, sobre todo la de Rimbaud que me impresionó muchísimo. Pero recuerdo a Rulfo, a quien sí tuve la oportunidad de ver. Siempre sentado en una librería que se llamaba El Juglar tomaba café todos los días (supongo que luego de dejar el alcohol) callado viendo como pasaba la vida, siempre me pareció absurdo ver los homenajes que le hacía porque fueron homenajes al silencio.